martes, 7 de octubre de 2014

El velo de la novia.

Sin duda alguna el velo es el accesorio fundamental en el ajuar de la novia. Los hay cortos, largos y amantillados, esto dependerá de la altura de la novia, del modelo del vestido, de la tela con que fue confeccionado tu traje, el peinado, el tipo de rostro y como siempre digo de la forma en que te sientas más cómoda.
Una vez que ya tengas listo tu vestido de novia lo mejor es que te pruebes algunos velos para ver con cuál te quedas o si prefieres mejor otro tipo de accesorio para tu cabello.

Debes combinarlo con el vestido sin recargarlo, debe ser del mismo color del vestido o un tono más fuerte, nunca más claro que el de tu traje, caso contrario se perdería su encanto

Si tu vestido es de encaje no puedes utilizar un velo de encaje, utiliza uno de tul u organza que termine en encaje, trata de no recargar.

Si tu vestido tiene pedrería tu velo puede ser de tul terminando en la tela del vestido o bordarlo ligeramente con piedritas.

Velo largo, corto y mantilla.
Velo largo: Se utilizan para trajes largos, debe sobresalir por encima de la cola del vestido mínimo unos 20 centímetros, jamás debe ser más corto que la falda de lo contrario no se lucirá ni el velo ni el modelo de tu traje ya que no se sabrá dónde termina uno y empieza otro.

Tipo capa: conocido también como cascada, se caracteriza por ser más corto en la parte frontal con un efecto ondulado hacia los lados, cubre a la novia como si fuera una capa, desde la cabeza, abriéndose hacia los lados de la cara para llegar a la cintura. Este velo es ideal para los vestidos strapless, es un velo largo aproximadamente 45 centímetros debajo de la cintura

Capilla: este tipo de velo se caracteriza por llegar hasta el suelo y hace un efecto de cola, ya que se extiende unos centímetros en el piso. Este tipo de velo tiene el mismo largo que el vestido de novia, incluso cubre la cauda del mismo. Generalmente la longitud de este velo está en función de la longitud del largo del vestido de novia.

Catedral: este tipo de velo se caracteriza por tener un largo de al menos 2 metros y medio. Este velo está asociado generalmente a la realeza. Es un velo muy largo, combina con el largo de la cola tipo catedral. El velo tradicional largo o catedral, va muy bien para aquellas novias que son sensibles y románticas.Es un velo bastante extenso con bordados, apropiado para las bodas de iglesia (de allí podría venir su nombre) y luce mucho más cuando la boda es de noche aunque no es la última palabra. Se manejan extensiones entre 2 a 5 metros o puede ser más largo; pero hay que saber que puede resultar incómodo para la novia.

Velo corto: Se utilizan para trajes sastres y de líneas simples y sencillas. Un traje corto queda más bonito con un velo corto y trabajado artesanalmente.
Este tipo de velo se caracteriza por llegar hasta el codo o la cintura de la novia. Debe de medir 75 cm de largo y casi siempre va oculto detrás del peinado de la novia, bajando por la espalda hasta coincidir con la altura de la cintura de la novia. Va muy bien con todo tipo de vestido, pero algo que sí debes tener en consideración es que si el traje es muy pomposo y elegante, este tipo de velo no sería el más apropiado.


Velo de jaula o birdcage veil: también conocido como velo de rejilla, velo francés o velo ruso, este tipo de velo es ideal para aquellas novias que aman conjugar vanguardia y estilo vintage. 

Los velos cortos con malla de red son lo más in en accesorios para novia. Prueba con aquellos que lleven flores, sin importar el material: pedrería, satín, encaje, plumas o gasa. Este velo cae asimétricamente a través de la cara y está hecho de una sola capa. Estos velos se aprecian mejor con vestidos cortos, pero también se pueden utilizar con vestidos largos..
Mantilla: Se utiliza en ceremonias de cierta etiqueta o cuando el novio vista traje de gala, no se debe llevar en bodas civiles. El protocolo marca que la mantilla de la novia debe ser larga, siempre sobresaliendo por encima de la cola del vestido.Este tipo de velo se caracteriza por tener encajes elaborados, dejando el rostro despejado. Los velos mantilla son de forma circular y descansan en la parte superior de la cabeza. Los bordes exteriores de este velo están cubiertos con encaje que enmarca la cara. Este estilo puede ser usado con cualquier vestido que llegue hasta los tobillos o que sea más largo. Este tipo de velo es muy español. Se recoge en la parte superior de la cabeza (normalmente con una peineta), su largo puede variar, pero generalmente debe llegar hasta el codo. Suele estar confeccionado con encajes y puntillas muy elaborados.
Es preferible para este velo que tu vestido no tenga cola y es la mejor opción si no quieres llevar un velo muy largo.
Elegir entre el velo y la mantilla dependerá del vestido elegido, muchas veces cometemos el error de ponernos un velo o mantilla de nuestra madre, una tía, de la abuela o una amiga ya sea por tradición o ahorro de valor del mismo, independientemente de si nos queda o no bien con el vestido.
Cuidado con esto porque al ahorrarte un mínimo valor en comparación con lo que has gastado en el vestido puedes perder la elegancia y recargar tu imagen final.
Elegir el velo según el estilo del traje de novia.
Como dije en líneas anteriores, depende del vestido que vamos a utilizar por eso analicemos el estilo del traje y verás qué es lo que te conviene.
Vestido sencillo y liso: En este caso es más fácil la elección del velo, la mayoría de los modelos admiten ambas opciones en sus distintas versiones. Si pones un velo sencillo, el look en general será sencillo, si optas por un velo amantillado, el look se verá elegante y delicado, si optas por una mantilla, esta se convertirá en la verdadera protagonista, repito, tendrás este efecto porque tu vestido es sencillo. 
Vestido sencillo con algún detalle: En este caso, es preferible usar un velo, ya que mezclar los bordados de una mantilla, con otro tipo de detalles, hace un mezcla un poco rara y descoordinada, aunque siempre dependerá de cada modelo y del tipo de detalle. Si los detalles son por ejemplo cristales (tipo Swarovski) o abalorios, hay velos con cristales y abalorios que combinan perfectamente, no las mantillas.
Vestido de encaje: En este caso, podemos optar por un velo sencillo de tul, de esta forma damos protagonismo al vestido, o un velo sencillamente amantillado, en cuyo caso, el encaje del velo, debe ser el mismo que el encaje del vestido, de lo contrario, sería como mezclar un estampado de flores con otro de cuadros. Es este caso, la mantilla sería una opción a descartar porque resultaría un look demasiado recargado con motivos diferentes.
Vestido liso pero con volantes o mucho volumen: En el caso de que los volantes o el volumen salgan desde la cintura o cadera, recomendamos  usar velo sin pensarlo dos veces. En cambio, en el caso de que el vestido sea corte sirena, la mantilla quedará igual de bien que un velo liso o velo amantillado.
Elegir el velo según el cabello suelto o recogido:
En el caso del pelo suelto, se recomienda que el velo o la mantilla no sean excesivamente largos ni demasiado trabajados ya que de lo contrario tienen demasiado peso y es muy complicado sujetarlo firmemente en el cabello suelto.
Sin duda tu mejor opción es recogerte el cabello para poder lucir un velo o mantilla super largos y sujetar la peineta a la base del moño.
Si vas a llevar cabello suelto tu velo no puede ser voluminoso para no agregarle peso, debe sujetarse firmemente con una peineta y calzar directamente desde atrás de un flequillo, desde el medio de la cabeza o desde la parte posterior de la misma.
Puedes optar por llevarlo en medio de la cabeza sujeto por un broche.
Elegir el velo según la altura de la novia:
Novia baja: Si tienes poca altura y tu novio es alto, puedes usar una peineta alta, un moño alto o una tiara para que te dé más extensión al peinado.
Novia alta: Si eres más alta que tu novio tu peinado debe recogerse a la altura de la nuca con una peineta pequeña y tu velo no puede ser tan voluminoso.
Cuando debes quitarte el velo o la mantilla?
El velo o mantilla son complementos que se lucen en la sesión de fotos en tu casa desde el momento en que te peinan, en la ceremonia religiosa, cuando hayas entrado al salón, tu primer baile o vals, cuando hayan hecho la sesión de fotos, una vez que hayas hecho todo esto y te vayas a sentar a la mesa puedes quitártelo tranquilamente.
Sus orígenes.
Es importante que conozcas de antemano sus principales diferencias:
El velo: Es originariamente francés y la tradición marca que sea largo y sencillo (en un principio se utilizaba para cubrir el rostro de la novia), hoy en día, es posible encontrarlo en distintos tamaños, pudiendo incluso combinar dos (velo doble), colocados de manera superpuesta sobre el cabello. El tejido es ligero, delicado y casi transparente, aunque puede rematarse con detalles bordados, blondas de encaje o cristal en su versión “amantillada”, puntillas, abalorios o motivos florales.
La tradición de usar velo, viene ligada a los grandes misterios: Dicen que una niebla cubrió la tierra durante su creación, que el humo veló el Monte Sinaí cuando Moisés recibió las tablas y que una nube recibió a Dios en su Ascensión. Lo sagrado es velado. Durante la Santa Misa, el Tabernáculo y el Cáliz son velados ya que contienen a Dios. Y así, el que las mujeres se cubrieran con un velo en las misas, significaba que su vida formaba parte de un digno papel: han sido escogidas para crear nuevas vidas.
La mantilla:
La mantilla por el contrario, es una prenda tradicionalmente española, muy demandada por las novias actuales. 
El uso de la mantilla sobre la cabeza durante la Santa Misa y funciones litúrgicas, es una antigua tradición, ya que se consideraba decoroso, que una mujer orase a Dios con la cabeza cubierta. En tiempos recientes el cubrirse la cabeza no es una práctica común.
Su principal característica a diferencia del velo, es que la mantilla está enteramente bordada de encaje artesanal hecho a mano con hilos de seda, lo que las convierte en piezas únicas. En la actualidad, hay mantillas industriales muy económicas, pero muy distintas de las artesanales en cuanto a espectacularidad, caída, y también precio.La mantilla permite todo tipo de formas de colocarse y varían en función del gusto de la novia. Hoy en día, los estilistas pueden hacer auténticas maravillas y recrear todo tipo de looks “retro”, combinándola con piezas de joyería vintage, broches, tiaras, peinas y peinetas o diademas. 
Los tejidos:
El encaje de Chantilly, la blonda (elaborada en dos tipos de seda), la organza o la red, son algunos de los más comunes, aunque sin duda, el preferido por las novias desde hace décadas, es el tul de seda por su apariencia traslúcida y su capacidad para sobrevivir en el tiempo y ajeno a las modas.






No hay comentarios:

Publicar un comentario