Sin duda alguna el velo es el accesorio fundamental en el ajuar de la novia. Los hay cortos, largos y amantillados, esto dependerá de la altura de la novia, del modelo del vestido, de la tela con que fue confeccionado tu traje, el peinado, el tipo de rostro y como siempre digo de la forma en que te sientas más cómoda.
Una vez que ya tengas listo tu vestido de novia lo mejor es que te pruebes algunos velos para ver con cuál te quedas o si prefieres mejor otro tipo de accesorio para tu cabello.
Debes combinarlo con el vestido sin recargarlo, debe ser del mismo color
del vestido o un tono más fuerte, nunca más claro que el de tu traje, caso
contrario se perdería su encanto
Si
tu vestido es de encaje no puedes utilizar un velo de encaje, utiliza uno de
tul u organza que termine en encaje, trata de no recargar.
Si
tu vestido tiene pedrería tu velo puede ser de tul terminando en la tela del vestido o bordarlo
ligeramente con piedritas.
Velo largo, corto y mantilla.
Velo
largo: Se utilizan para trajes largos, debe sobresalir por encima de la
cola del vestido mínimo unos 20 centímetros, jamás debe ser más corto que la
falda de lo contrario no se lucirá ni el velo ni el modelo de tu traje ya que
no se sabrá dónde termina uno y empieza otro.
Tipo capa: conocido también como
cascada, se caracteriza por ser más corto en la parte frontal con un efecto
ondulado hacia los lados, cubre a la novia como si fuera una capa, desde la
cabeza, abriéndose hacia los lados de la cara para llegar a la cintura. Este
velo es ideal para los vestidos strapless, es un velo largo aproximadamente 45
centímetros debajo de la cintura
Capilla: este
tipo de velo se caracteriza por llegar hasta el suelo y hace un efecto de cola,
ya que se extiende unos centímetros en el piso. Este tipo de velo tiene el
mismo largo que el vestido de novia, incluso cubre la cauda del mismo.
Generalmente la longitud de este velo está en función de la longitud del largo
del vestido de novia.
Catedral: este tipo de velo se caracteriza por tener un largo de al menos
2 metros y medio. Este velo está asociado generalmente a la realeza. Es un velo
muy largo, combina con el largo de la cola tipo catedral. El velo tradicional
largo o catedral, va muy bien para aquellas novias que son sensibles y
románticas.Es un velo bastante extenso con bordados, apropiado para las bodas
de iglesia (de allí podría venir su nombre) y luce mucho más cuando la boda es
de noche aunque no es la última palabra. Se manejan extensiones entre 2 a 5
metros o puede ser más largo; pero hay que saber que puede resultar incómodo
para la novia.
Velo
corto: Se utilizan para trajes
sastres y de líneas simples y sencillas. Un traje corto queda más bonito con un
velo corto y trabajado artesanalmente.
Este tipo de
velo se caracteriza por llegar hasta el codo o la cintura de la novia. Debe de
medir 75 cm de largo y casi siempre va oculto detrás del peinado de la novia,
bajando por la espalda hasta coincidir con la altura de la cintura de la novia.
Va muy bien con todo tipo de vestido, pero algo que sí debes tener en
consideración es que si el traje es muy pomposo y elegante, este tipo de velo
no sería el más apropiado.
Velo
corto: Se utilizan para trajes
sastres y de líneas simples y sencillas. Un traje corto queda más bonito con un
velo corto y trabajado artesanalmente.
Este tipo de
velo se caracteriza por llegar hasta el codo o la cintura de la novia. Debe de
medir 75 cm de largo y casi siempre va oculto detrás del peinado de la novia,
bajando por la espalda hasta coincidir con la altura de la cintura de la novia.
Va muy bien con todo tipo de vestido, pero algo que sí debes tener en
consideración es que si el traje es muy pomposo y elegante, este tipo de velo
no sería el más apropiado.
Velo de jaula o
birdcage veil: también conocido como velo de
rejilla, velo francés o velo ruso, este tipo de velo es ideal para aquellas
novias que aman conjugar vanguardia y estilo vintage.
Los velos
cortos con malla de red son lo más in en accesorios para novia. Prueba con
aquellos que lleven flores, sin importar el material: pedrería, satín, encaje,
plumas o gasa. Este velo cae asimétricamente a través de la cara y está hecho
de una sola capa. Estos velos se aprecian mejor con vestidos cortos, pero
también se pueden utilizar con vestidos largos..
Mantilla: Se utiliza en ceremonias
de cierta etiqueta o cuando el novio vista traje de gala, no se debe llevar en
bodas civiles. El protocolo marca que la mantilla de la novia debe ser larga,
siempre sobresaliendo por encima de la cola del vestido.Este tipo de velo se
caracteriza por tener encajes elaborados, dejando el rostro despejado. Los
velos mantilla son de forma circular y descansan en la parte superior de la
cabeza. Los bordes exteriores de este velo están cubiertos con encaje que
enmarca la cara. Este estilo puede ser usado con cualquier vestido que llegue
hasta los tobillos o que sea más largo. Este tipo de velo es muy español. Se
recoge en la parte superior de la cabeza (normalmente con una peineta), su
largo puede variar, pero generalmente debe llegar hasta el codo. Suele estar
confeccionado con encajes y puntillas muy elaborados.
Es preferible para este
velo que tu vestido no tenga cola y es la mejor opción si no quieres llevar un
velo muy largo.
Elegir entre el velo y
la mantilla dependerá del vestido elegido, muchas veces cometemos el error de
ponernos un velo o mantilla de nuestra madre, una tía, de la abuela o una amiga
ya sea por tradición o ahorro de valor del mismo, independientemente de si nos
queda o no bien con el vestido.
Cuidado con esto porque
al ahorrarte un mínimo valor en comparación con lo que has gastado en el vestido
puedes perder la elegancia y recargar tu imagen final.
Elegir
el velo según el estilo del traje de novia.
Como dije en líneas
anteriores, depende del vestido que vamos a utilizar por eso analicemos el
estilo del traje y verás qué es lo que te conviene.
Vestido sencillo y liso: En este caso es más
fácil la elección del velo, la mayoría de los modelos admiten ambas opciones en
sus distintas versiones. Si pones un velo sencillo, el look en general será
sencillo, si optas por un velo amantillado, el look se verá elegante y
delicado, si optas por una mantilla, esta se convertirá en la verdadera
protagonista, repito, tendrás este efecto porque tu vestido es sencillo.
Vestido sencillo con
algún detalle: En este caso, es preferible usar un velo, ya que mezclar los
bordados de una mantilla, con otro tipo de detalles, hace un mezcla un poco
rara y descoordinada, aunque siempre dependerá de cada modelo y del tipo
de detalle. Si los detalles son por ejemplo cristales (tipo Swarovski) o
abalorios, hay velos con cristales y abalorios que combinan perfectamente, no
las mantillas.
Vestido de encaje: En este caso, podemos optar por un velo sencillo de tul, de esta
forma damos protagonismo al vestido, o un velo sencillamente amantillado, en
cuyo caso, el encaje del velo, debe ser el mismo que el encaje del vestido, de
lo contrario, sería como mezclar un estampado de flores con otro de cuadros. Es
este caso, la mantilla sería una opción a descartar porque resultaría un look
demasiado recargado con motivos diferentes.
Vestido
liso pero con volantes o mucho volumen: En el caso de que los
volantes o el volumen salgan desde la cintura o cadera, recomendamos usar
velo sin pensarlo dos veces. En cambio, en el caso de que el vestido sea corte
sirena, la mantilla quedará igual de bien que un velo liso o velo
amantillado.
Elegir el velo según el cabello suelto o recogido:
En el caso del pelo
suelto, se recomienda que el velo o la mantilla no sean excesivamente largos ni
demasiado trabajados ya que de lo contrario tienen demasiado peso y es muy
complicado sujetarlo firmemente en el cabello suelto.
Sin duda tu mejor opción
es recogerte el cabello para poder lucir un velo o mantilla super largos y
sujetar la peineta a la base del moño.
Si vas a llevar cabello
suelto tu velo no puede ser voluminoso para no agregarle peso, debe sujetarse
firmemente con una peineta y calzar directamente desde atrás de un flequillo,
desde el medio de la cabeza o desde la parte posterior de la misma.
Puedes optar por
llevarlo en medio de la cabeza sujeto por un broche.
Elegir
el velo según la altura de la novia:
Novia baja: Si tienes poca altura y
tu novio es alto, puedes usar una peineta alta, un moño alto o una tiara para
que te dé más extensión al peinado.
Novia alta: Si eres más alta que tu
novio tu peinado debe recogerse a la altura de la nuca con una peineta pequeña
y tu velo no puede ser tan voluminoso.
Cuando
debes quitarte el velo o la mantilla?
El velo o mantilla son
complementos que se lucen en la sesión de fotos en tu casa desde el momento en
que te peinan, en la ceremonia religiosa, cuando hayas entrado al salón, tu
primer baile o vals, cuando hayan hecho la sesión de fotos, una vez que hayas
hecho todo esto y te vayas a sentar a la mesa puedes quitártelo tranquilamente.
Sus
orígenes.
Es
importante que conozcas de antemano sus principales diferencias:
El velo: Es originariamente
francés y la tradición marca que sea largo y sencillo (en un principio se
utilizaba para cubrir el rostro de la novia), hoy en día, es posible
encontrarlo en distintos tamaños, pudiendo incluso combinar dos (velo
doble), colocados de manera superpuesta sobre el cabello. El tejido es
ligero, delicado y casi transparente, aunque puede rematarse con detalles
bordados, blondas de encaje o cristal en su versión “amantillada”, puntillas,
abalorios o motivos florales.
La tradición de usar
velo, viene ligada a los grandes misterios: Dicen que una niebla cubrió la
tierra durante su creación, que el humo veló el Monte Sinaí cuando Moisés
recibió las tablas y que una nube recibió a Dios en su Ascensión. Lo sagrado es
velado. Durante la Santa Misa, el Tabernáculo y el Cáliz son velados ya que
contienen a Dios. Y así, el que las mujeres se cubrieran con un velo en las
misas, significaba que su vida formaba parte de un digno papel: han sido
escogidas para crear nuevas vidas.
La
mantilla:
La mantilla por el
contrario, es una prenda tradicionalmente española, muy demandada por las
novias actuales.
El uso de la mantilla
sobre la cabeza durante la Santa Misa y funciones litúrgicas, es una antigua
tradición, ya que se consideraba decoroso, que una mujer orase a Dios con la
cabeza cubierta. En tiempos recientes el cubrirse la cabeza no es una práctica
común.
Su principal
característica a diferencia del velo, es que la mantilla está enteramente
bordada de encaje artesanal hecho a mano con hilos de seda, lo que las
convierte en piezas únicas. En la actualidad, hay mantillas industriales muy
económicas, pero muy distintas de las artesanales en cuanto a espectacularidad,
caída, y también precio.La mantilla permite todo tipo de formas de colocarse y
varían en función del gusto de la novia. Hoy en día, los estilistas pueden
hacer auténticas maravillas y recrear todo tipo de looks “retro”, combinándola
con piezas de joyería vintage, broches, tiaras, peinas y peinetas o
diademas.
Los
tejidos:
El encaje de Chantilly,
la blonda (elaborada en dos tipos de seda), la organza o la red, son algunos de
los más comunes, aunque sin duda, el preferido por las novias desde hace décadas,
es el tul de seda por su apariencia traslúcida y su capacidad para sobrevivir
en el tiempo y ajeno a las modas.
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